La historia sucede en Bogotá en los días previos al 9 de abril de 1948. Roa es el clásico agüerista que lo deja todo a la suerte, un pobre diablo sin oficio estable pero con una familia que alimentar. Cansado de buscar trabajo y convencido que ha nacido para cosas grandes, visita a su ídolo Gaitán para pedirle trabajo.
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